Explorando
Desde que Daniel gatea podemos encontrarlo en cualquier rincón de la casa. Sus lugares favoritos son la cocina, las escaleras y bajo la mesa y el escritorio; cuando se cansa de sus juguetes se va a buscar por ahí algo interesante que descubrir, incluso el mugrecito pegado al piso para revisar cómo sabe. Nuestra tarea diaria consiste en despejar cualquier peligro y tener los ojos y oídos bien abiertos para que esté seguro.
El oído es muy útil y, como ya responde cuando se le llama "Danieeeel!", eso nos da una idea qué tan lejos ha llegado, sin confiarnos demasiado porque él es más rápido de lo que uno se puede imaginar. Además balbucea por toda la casa bu, ba, aba, ma, a,....
Hemos perdido el derecho al desorden!!!
Hace poco trajimos una mesa de comedor nueva, pero Daniel es quien más ha disfrutado ella. Los bancos resultan muy apropiados para arrastrarlos, sostenerse en pie.
Desde que Daniel gatea podemos encontrarlo en cualquier rincón de la casa. Sus lugares favoritos son la cocina, las escaleras y bajo la mesa y el escritorio; cuando se cansa de sus juguetes se va a buscar por ahí algo interesante que descubrir, incluso el mugrecito pegado al piso para revisar cómo sabe. Nuestra tarea diaria consiste en despejar cualquier peligro y tener los ojos y oídos bien abiertos para que esté seguro. 
El oído es muy útil y, como ya responde cuando se le llama "Danieeeel!", eso nos da una idea qué tan lejos ha llegado, sin confiarnos demasiado porque él es más rápido de lo que uno se puede imaginar. Además balbucea por toda la casa bu, ba, aba, ma, a,....
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Hace poco trajimos una mesa de comedor nueva, pero Daniel es quien más ha disfrutado ella. Los bancos resultan muy apropiados para arrastrarlos, sostenerse en pie.
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