Cuando llega papá del trabajo en el hotel, quiere seguir practicando con los niños en la cocina. Daniel se convierte en el platillo predilecto pues su carne es tierna y aún cabe sobre la tabla de cortar. Y como le gusta el juego, ahí no más se deja!!!
Daniel está en esa etapa en que no sólo identifica a papá, sino que se alegra y lo expresa cuando llega a casa. Da grandes voces cuando César llega y le extiende los brazos para que lo alce y lo acaricie recostando su cabeza sobre papá. También aprovecha cuando él se acuesta sobre el piso para escalarlo y cruzarlo.
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